KI TAVÓ > Devarim 26:1-29:8
¿Oídos sanos, corazones sordos?
Esta semana leemos la porción de la Torá Ki tavó. En ella encontramos diversas mitzvot como las primicias, las leyes de los diezmos y las inscripciones de las bendiciones y las maldiciones en los montes Gerizim y Ebal, respectivamente.
Esta última sección de la parashá, la referida a la advertencia contra el mal y sus consecuencias, es llamada comúnmente como Tojajá (reprimenda).
Luego de enumerar todos los castigos, todas las maldiciones en el monte Ebal, la Torá finaliza con una última advertencia: Reprochable aquel que no mantenga con firmeza las palabras de esta Torá para realizarlas (Devarim 27:26).
Como vemos, no basta solo oír y mantener de forma inmaterial las palabras de la Torá; las mitzvot de la Torá se hallan plenamente guardadas en aquel que las cumple de corazón.
Santiago, el Shelíaj, ya nos lo había advertido: Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace (Santiago 1:22-25).
En la Torá hallamos la guía para vivir una vida agradable a D”s, pero no aprovecha si el conocimiento de la Torá se queda solo en eso y no materializa en el cumplimiento y la obediencia.
Que D”s nos ayude a abrir nuestros oídos a su Torá y nuestros corazones a la obediencia para que podamos oír y vivir las Palabras de Vida.
Para continuar profundizando en otros aspectos importantes de esta porción y ser parte del debate, te invitamos a nuestra clase de estudio semanal (Pardes) los lunes a las 20:00 h en nuestra comunidad.