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  • Matt

Líbranos del mal

KI TETZÉ > Devarim 21:10-25:19

Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, así comienza la parashá de esta semana. La pregunta es ¿estás listo para luchar?



Todos los días le pedimos a D”s que nos libre de nuestros malos instintos. Como nos enseñó nuestro Mesías: no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Somos conscientes de que tenemos en nuestro interior un instinto que nos impulsa y nos conduce a cometer actos que no agradan a Hashem. Para poder combatir a nuestros enemigos debemos conocerlos y, en este caso que se trata de alguien que nos acompaña desde que nacemos, que conoce nuestras debilidades, necesitamos no solo de nuestra voluntad, sino de la ayuda de D”s.


Los sabios nos hablan de que existen cuatro estrategias hay para poder combatir a nuestro ietzer hará. Si queremos combatirlo y doblegarlo, debemos conocer cuáles son sus caminos y artimañas.


En la parashá anterior, Shoftim, la Torá nos decía que cuando salgamos a la guerra en contra de un pueblo más numeroso, tengamos presente cuatro advertencias: 1) No se ablanden sus corazones; 2) No teman; 3) No se apresuren; y 4) No se quebranten frente a ellos.


Rashí comenta que en esas advertencias podemos ver cuatro estrategias que suelen hacer los reyes de los pueblos: golpean sus escudos para que, a través del ruido, provocar la huida de los enemigos; hacen galopar y relinchar a sus caballos con el mismo objetivo y tocan shofarot y otros objetos ruidosos. La Torá nos dice: “No se ablanden sus corazones”, del relinchar de los caballos; “No teman”, del golpe de los escudos; “No se apresuren”, de los shofarot; y “No se quebranten”, de los gritos.


El Gaón de Mir dijo que la Torá nos revela estas cuatro maneras de cómo el ietzer hará nos incita. Aunque se trate de tzadikim que confían en Hashem, la Torá aún nos advierte: No ablanden sus corazones, no teman, no se quebranten y no se apresuren, pues puede que el ruido provoque un estremecimiento a corazón del justo. Muchas veces nuestra carne es débil ante el ruido de la tentación y del pecado, pero es en ese momento en el que más debemos apegarnos a D”s, en el que más debemos escuchar su voz.


Confiar en Hashem y poner nuestros oídos y nuestros corazones a su disposición, entregándonos a su Torá es la vía para así poder resistir en esta gran batalla contra nuestra carne.


 

Para continuar profundizando en otros aspectos importantes de esta porción y ser parte del debate, te invitamos a nuestra clase de estudio semanal (Pardes) los lunes a las 20:00 h en nuestra comunidad.

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