Pekudé > Shemot 38.21 - 40-38
Hashem, agente secreto
Estamos en la recta final del segundo libro del Profeta Moisés. Los preparativos del Tabernáculos estaban listos, los últimos detalles ya se habían revisado; solo faltaba erigir la estructura de la tienda. Sin embargo, según Rashi, el Mishkán era demasiado pesado para que Moisés lo erigiese, así que, en realidad, fue D’s quien levantó el Ohel Moed. De esta manera, parecía que Moisés erigía la estructura, pero D’s era realmente el que estaba actuando. Entonces, siendos sinceros, Moisés no hizo nada y aun así recibió el crédito de haber levantado el Mishkán. ¿Cómo puede ser?
Debemos comprender, ante todo, que D’s es realmente el Soberano y Dueño del Universo. Es él quien nos permite llevar a cabo todas nuestras acciones; todas las mitzvot que logramos cumpli, es por que D’s nos lo permite hacer. Sin la intervención divina en nuestras vidas, a la verdad, nada podríamos hacer, como también lo dijo Yeshúa (Juan 15:5).
Esta es una verdad impresionante. D’s está ahí, en todo, y la mayoría de las veces no nos damos cuenta. Es como si nuestra vida fuera un constante Purim, donde D’s actúa tras bambalinas para permitirnos vivir para él.
En la cotidianeidad que nos absorbe, en esa monotonía rutinaria donde todo parece ser igual, donde nada nunca es diferente, donde nos preguntamos dónde está D’s y el panorama parece inerte, aun ahí Él está obrando, nos está sustentando, nos está fortaleciendo.
D’s nos ayude a empezar a pensar más en esto: todo lo que hacemos lo hacemos por medio de él que nos da la vida. Es tiempo de crear conciencia de esta maravillosa verdad y hacer que nuestra vida sea más agradecida al Creador.