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  • Mica

El Libro del pueblo 3

Las Escrituras Hebreas de Salkinsohn y Ginsburg


En Januka del 2020 nuestra comunidad recibió una generosa donación que constaba de 19 copias del Tanaj y Brit Jadashá en hebreo y español. Las mismas son impresas y distribuidas a todo el mundo por The Society for Distributing Hebrew Scriptures, una organización de origen británico que difunde gratuitamente al pueblo judío copias de buena calidad del Tanaj y del Brit Jadashá en hebreo y otros idiomas. En mi último artículo les conté sobre la historia de esta Sociedad, su fundador y las peripecias por las que transitaron para proclamar la Besoráh al pueblo judío. En esta oportunidad les contaré de quienes estuvieron detrás de la traducción que difunde la Sociedad para la distribución de las Escrituras hebreas.


Yitzhak Salkinsohn

Su nombre completo era Itzjak Edward Salkinsohn y fue un hebraísta judío lituano que reconoció a Yeshúa Ha’Notzrí como el Mesías de Israel en plena época de la Haskalah, también conocida como la Ilustración judía.


Nació en el año 1820 en Shklow, un pueblo en Bielorrusia, en el seno de una familia de litaím (judíos lituanos). Su padre Solomon Ben Baruch Salkind, aunque no era rabino, se había convertido en un reconocido erudito de la zona que pasó a la historia como poeta y maestro del seminario rabínico. Su madre falleció cuando él todavía era muy pequeño. Y aunque era muy cercano a su padre, sufrió mucho a causa de su madrastra. A los diecisiete años se fue de su casa hacia la ciudad de Moguiliov, pero luego se estableció en una villa cercana donde acabó trabando amistad con un Jazán con el que colaboraría ayudándolo en asuntos de índole religiosa. Fue en este período cuando despertó su interés por los estudios seculares y la Haskaláh. Tiempo después se trasladó a Vilna, donde conoció a la familia Elishevitz y comenzó sus estudios de alemán y gramática hebrea. En ese tiempo, motivado por su amor no correspondido hacia la hija de los Elishevitz, realizó su primera traducción al hebreo de una porción de una obra teatral de Johann Christoph Friedrich Von Schiller. En esta breve traducción ya era evidente el talento que Salkinsohn tenía para la traducción.


Luego viajó a Londres donde conoció a unos misioneros cristianos de la London Missionary Society. Fueron ellos quienes lo introdujeron a la fe en Yeshúa y Sus enseñanzas en el Nuevo Testamento. En 1849 se convirtió en un discípulo de Mashíaj y se bautizó. Desde entonces se dedicó profusamente a anunciar la Besorát Elohím a sus paisanos judíos, al tiempo que continuaba con sus estudios en hebreo y teología. Entre 1856 y 1859 fue ordenado ministro presbiteriano en Glasgow y comenzó a trabajar como misionero en 1864. Debido a esto sirvió en las iglesias de varias ciudades, llegando a Viena en 1876 para predicar en una iglesia anglicana. Al mismo tiempo se dedicó a la traducción, lo que atrajo la atención de Peretz Smolenskin, sionista ruso y escritor hebreo famoso por ser editor del periódico hebreo El amanecer. Gracias a los consejos de su nuevo amigo, Ytzjak Salkinsohn comenzó a traducir las grandes obras literarias de occidente al hebreo. Entre las más destacadas se hallan El paraíso perdido de John Milton y dos obras de William Shakespeare, Otelo y Romeo y Julieta. Sin embargo, su traducción más importante fue la del Nuevo Testamento, la cual vería la luz recién tres años después de su muerte en Viena el 5 de Junio de 1883. Ytzjak Salkinsohn tenía 63 años. Y aunque tradujo al hebreo otros escritos religiosos, como el Sod Ha’Yeshúah, para difundir la Besoráh de Yeshúa entre los judíos a los que predicaba, su legado más importante para los cristianos hebreos (hoy conocidos como judíos mesiánicos) es el Brit Jadashá en un hebreo que emula al del Tanaj y la liturgia sinagogal.