Tetzavé > Shemot 27:20 - 30:10
¿Cómo construimos un verdadero Altar para D’s?

En el cierre de la lectura de esta semana (Tetzavé) nos encontramos con la orden de parte de D’s de construir un Altar de oro. La parashá nos presenta de modo descriptivo cómo debe ser construido este Altar, por lo que no sólo especifica materiales sino también medidas. Tal detallada descripción nos deja entender la relevancia espiritual (y el aspecto sacro) que tiene esta orden, pero ¿Qué es verdaderamente el Altar?
Los comentaristas de los textos bíblicos realizan, a partir de esto, dos observaciones que nos dejan una gran enseñanza: En primer lugar, cuestionan por qué esta sección no es mencionada en la porción pasada, Terumá, junto a los demás enseres de la Mishkán (del Shulján y la Menorá que se encontraban junto al Altar dentro de la tienda), y se menciona recién al finalizar la descripción de los servicios del Mishkán. En segundo lugar nos acercan una definición un poco más profunda acerca de lo que significa verdaderamente la palabra «Altar»; veamos a continuación un poco acerca de esto.
Ante el primer cuestionamiento, la explicación es que esta sección es dejada al último para enfatizar su función e importancia. Es decir, el objetivo máximo de todo el servicio del Mishkán era la ofrenda del ketóret (incienso) que se realizaba en el Altar de Oro, debido a que, para esta tarea, solo el sacerdote designado estaba autorizado a entrar al recinto en ese momento.
El sacerdote estaba a solas con D’s y la presencia Divina se posaba sobre aquel lugar. Del mismo modo, en nuestro servicio cotidiano a Hashem debemos procurar no perder el sentido de la intimidad, no solo cuidando los momentos en los que podemos estar a solas con Él sino también sin hacer publicidad de nuestro esfuerzo por cumplir con la observancia de Torá y mitzvot.
En cuanto al segundo ítem, un comentario de la Torá Emet explica que la palabra «Altar» en hebreo es MiZBeaJ, que constituye un acróstico de cuatro expresiones que le confieren al Altar su real significado: Mejilá (perdón) Zejut (mérito) Berajá (bendición) Jaim (Vida). De este modo el Altar es en realidad un lugar donde la materia asciende a un nivel espiritual.
Por lo que sin perder nuestro sentido de la intimidad en el servicio a D’s, cuando le damos a la materia un sentido espiritual y nos conducimos con este principio, estamos cumpliendo con el máximo objetivo: el de hacer de este mundo un Altar para D’s.
Comments