Ajárei Mot > Levítico 16:1 – 18:30
La parashá de esta semana nos enseña que nuestra identidad no sólo se afirma a partir de aquellas prohibiciones que respetamos en obediencia a la Torá, sino que también y más aun, de cómo vivimos a aquellas cosas que son lícitas y compartidas por todos, aquí podemos marcar una verdadera diferencia.
“No se comporten de acuerdo a las prácticas de Egipto […] ni sigan las costumbres de Kenaan […] ni vivan de acuerdo a sus costumbres”
Podemos leer esta orden en Levítico 18:3 y pensar automáticamente que quizá solo se refiere a no cometer las mismas transgresiones que aquellos pueblos cometían y que resultan desagradables para Hashem. Sin embargo, nos enseñan los rabinos, tales transgresiones ya son mencionadas más adelante, por lo tanto, el versículo en realidad nos exhorta a vivir los actos y las acciones que sí están permitidos de una manera distinguida: con un sentido que nos identifique y diferencie.
Así lo expresa el comentario de la Torá Emet:
Por ejemplo, meras acciones vitales como dormir y alimentarse debes realizarlas más que como una forma de satisfacción de necesidades fisiológicas, como una manera de trascendencia, como ser recuperar fuerzas para estar siempre a disposición de objetivos superiores.
Esta explicación nos estaría desafiando a dar un paso más, a realizar cada acto y acción no con el sentido con que lo hacen los pueblos que nos rodean, sino más bien con una conciencia de trascendencia más profunda, entendiendo que nuestra vida en sí misma es un servicio a D’s.
Tal y como encontramos un poco más adelante (Levítico 18:5), ojalá que podamos vivir conforme a los decretos de D’s, con un sentido valioso que marque la diferencia en nuestras costumbres y, por lo tanto, en nuestra identidad.
*Para continuar profundizando en otros aspectos importantes de esta porción y ser parte del debate, te invitamos a nuestra clase de estudio semanal (Pardes) los lunes a las 20:00 h en nuestra comunidad.
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