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Nuestra alimentación se convierte en un hecho trascendente si tomamos cada acción que realizamos como una oportunidad para aumentar nuestra conexión con D's.
El presidente de los EEUU presidía un evento importante: el agasajo a un equipo de fútbol americano tras su reciente victoria. Como es de suponerse, este debía anticipar el menú para alimentar al equipo completo. El problema fue que el personal de cocina no estaba disponible debido al reciente cierre de gobierno.
La necesidad de alimentos era un hecho; la falta de personal también, por lo que el Presidente de los EEUU decidió encargar hamburguesas y papas fritas para todos y así salir del apuro.
Aunque la Casa Blanca no es el desierto (donde abundaban los cocineros y escaseaba la comida), la polémica por los alimentos nos lleva directamente a la porción de esta semana. Moshé presidía uno de los eventos más importante de la historia del pueblo judío: su travesía por el desierto. El pueblo comenzaba a tener hambre, pero claramente, Moshé no contaba con un delivery de hamburguesas y papas fritas. Sin embargo, el pueblo de Israel tenía al mejor organizador en su bando: D’s sirvió una mesa completa con el manjar Maná y agua fresca de la vertiente. El menú no era diente libre sino que se limitaba a un omer por persona e incluía un 2x1 todos los viernes. Claro que, quizá, este no era el menú que el pueblo esperaba. Tal vez el Maná era extraño a la vista, un alimento no conocido, pero en el desierto hasta la acción de alimentarse constituía una prueba para el alma, una oportunidad para demostrar obediencia, para volver a conectarse con D’s. El desierto no es sólo un lugar, sino, además, una circunstancia. Un momento de prueba donde en la escasez (de diferentes tipos) lo irrisorio e impensable puede ser posible. Sólo se requiere mirar al cielo y pedir con fe. Nos preguntamos: si los israelitas recibieron maná y los futbolistas hamburguesas, ¿qué está deseando saborear tu alma?
Hermosa enseñánza de lá provision (a pesar de nuestras rebeldias)de la provision de lo necesario para nuestras vidas por parte de nuesto Di s cada dia.