Compartimos un fin de semana, en la localidad de Deán Funes, lleno de enseñanzas y celebración, con un grupo de personas que nos dejaron ver su amor por Israel y por las escrituras.
Desde la comunidad Bet Melej Haba arrancamos la primavera con todo, el fin de semana del 20 emprendimos viaje hacia la ciudad de Dean Funes con muchas expectativas y alegría por compartir sobre judaísmo a los integrantes del grupo Ebenezer: operación éxodo.
Luego de realizar la oración del viajero, nos pusimos en marcha hacia nuestro destino, el día nos acompañó con un clima perfecto. La recepción fue cálida y amena. Al llegar nos esperaban tres mujeres que luego nos ofrecieron una merienda, la tomamos entre charlas para irnos conociendo. De a poco fueron llegado los otros miembros del grupo, mujeres y varones de distintas edades nos reuníamos allí por una misma razón: el amor por D’s y por Israel. La mesa se iba haciendo cada vez más larga y las charlas cruzadas, la comida casera y las tazas llenas reflejaban la alegría del encuentro.
Luego de compartir algunas canciones a capela y otras con la guitarra, nuestro moré comenzó a desarrollar su taller “Literatura judía como clave de interpretación bíblica”. El taller se desarrolló con total comodidad, el tiempo no nos apuraba y la hospitalidad era tal que todo se dio en un ambiente de plena confianza, pudimos tomar un break entre medio y dar lugar a todas las preguntas que iban surgiendo a medida que pasaba la tarde. El humor, por supuesto, no faltó y la comida tampoco.
El segundo día teníamos en nuestra agenda la enseñanza de Pesaj , así que nos levantamos preparando todo para este segundo evento importante. Todas las personas que estuvieron el primer día estaban también en esta ocasión, con el mismo entusiasmo e interés. Pudimos transitar juntos la experiencia de Pesaj, paso a paso para vivenciar el profundo significado de la festividad. No sólo fue un aprendizaje teórico sino algo mayor; una enseñanza espiritual. Entre los rezos, los cantos y el almuerzo, compartimos la felicidad de estar reunidos, el gozo de compartir y la unidad por la Fe.
Nos llevamos buenos deseos y abrazos de celebración, esperamos haber dejado algo de la esencia del judaísmo, sin duda la experiencia fue una bendición.
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